La alimentación es el habito mas influyente en la salud del humano. Es la razon por la cual el habito de comer es el que se repite a lo largo de la vida de una forma mas constante. El 90% de todas las enfermedades, estan relacionadas con la alimentación, sin contar las infecciones y los accidentes.
La alimentación es educable ya que esta es un proceso voluntario y consciente. Es una decisión libre del individuo. Por ello un cambio en los hábitos alimenticios hacia otros mas sanos requiere de un profunda certeza.
Al contrario la nutrición es involuntaria e inconsciente. Comprende todas las transformaciones y procesos que sufren los alimentos en el organismo, hasta llegar a asimilarlos completamente. En condiciones normales, una alimentación adecuada debe traducirse en un buen estado nutritivo, si no hay ningún proceso patológico.
En las décadas los nutricionistas se han preocupado por tres aspectos fundamentales de los alimentos.
La higiene es la ausencia de germenes patógenos que pudieran comprometer al organismo, a enfermedades infecciosas, es una prioridad para los nutricionistas y las jurisdicciónes sanitarias. Siguen causando enfermedades como la salmonelosis, una gastroenteritis especialmente grave causadas por bacterias del genero Salmonella, el botulismo, una intoxicación producida por el consumo de alimentos en mal estado, producida por el microorganismo Clostridium Botulinium y las gastroenteritis veraniegas tambien causados por alimentos contaminados en este caso por estafilococos.
Sin embargo aunque en la actualidad se siguen produciendo enfermedades en las cuales el organismos se intoxica por alimentos en mal estado, sabemos perfectamente cual es la causa de esas infecciones y de que forma evitarlas.
Los conocimientos actuales sobre la nutrición y aliemntacion, ya no podemos conformarnos con que un alimento se halle libre de germenes patógenos o de toxinas, para ser adecuado para el consumo. La higiene del alimento es esencial, pero no suficiente para definir su calidad. Hoy sabemos que aunque una pieza de tocineta o un huevo frito estén completamente libres de microorganismos, no por ello resultan adecuados, para una persona que necesite controlar su nivel de colesterol.
Las calorias:
En las guías de nutrición de hace unos años, se hacia un énfasis particular en la cantidad de calorías que se tienen que ingerir durante el día. Una dieta es conveniente, se decía, si aportaba las calorías suficientes como para cubrir excesivamente las necesidades del metabolismo. Es entendible que esto fuera así en épocas en las que los alimentos eran escasos, como sigue ocurriendo en el tercer mundo. Sin embargo en la actualidad los países occidentales el problema es mas bien por exceso de calorías que por escasez.
La calidad de una dieta no puede medirse simplemente por el total de calorías que esta nos proporciona, sino por los alimentos que la componen, no es la cantidad, sino de calidad. Por ejemplo:
Los carbohidratos refinados:
Las harinas o el arroz blanco contienen casi las mismas calorías que los integrales, pero su calidad nutritiva es menor.
El azúcar blanco: tienen las mismas calorías que el azúcar moreno o la miel, pero no tiene la cantidad de vitaminas y minerales, lo cual hace adecuado para un consumo habitual.
La carne magra y la soja:
Son muy similar en calorías, pero su adecuación a una dieta sana es bien diferente.
Para tener una buena dieta desde el punto de vista nutritivo, debe incluir una elevada cantidad de proteínas, estas tienen que ser mayormente de origen animal. Las cantidades de proteínas que se aconseja comer diariamente se han ido reduciendo desde hace veinte o treinta años. En estos años se recomendaba a los adultos ingerir un mínimo de un gramo de proteínas por kilo de peso corporal cada día. Y no eran pocos los que proponían 1.2 y hasta 1.5 gramos por kilo al día. En estos dias en el informe de un grupo de estudio de la OMS sobre nutrición, se dice que 0.75 gramos de proteína por kilo de peso y día, son una cantidad idónea para un adulto (56 gramos diarios para un hombre o mujer de 70 kilos de peso). Hoy se sabe que el ingerir de proteínas en demasía en la dieta se relaciona con las enfermedades reumáticas con la osteoporosis, con el exceso de ácido úrico, e incluso con un descenso en la esperanza de vida.
El efecto sobre el crecimiento:
El efecto sobre el crecimiento es uno de los parámetros que se han venido utilizando hasta hace unos años para evaluar la bondad de una dieta. Cuanto mayor crecimiento se consiga tanto mejor sera, esto es lo que se pensaba. Y se ponían ejemplos de pueblos que alcanzan una gran estatura como los masai de tanzania y kenya, que se nutren a base de una dieta rica en carne, leche y sangre ya que tienen la costumbre de beber la sangre de sus animales, mientras que los otro pueblos vecinos como los kikuyos, que solo tienen a su disposición proteínas vegetales son mas gajos y delgados, lo que no se sabia es que quienes crecen mas deprisa, también enferman y mueren antes. La alimentación hiperproteinica e hipercalorica que se le da a los niños de los países desarrollados, con la que en efecto se consigue un crecimiento mas rapido, puede tener graves consecuencia en la adolescencia y edad adulta, obesidad y mayor riesgo de diabetes y arteriosclerosis, entre otras.
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